jueves, 9 de octubre de 2008

GOYA Y SU TIEMPO

BIOGRAFIA DE GOYA:

(Francisco José de Goya y Lucientes; Fuendetodos, España, 1746 - Burdeos, Francia, 1828) Pintor y grabador español. Goya fue el artista europeo más importante de su tiempo y el que ejerció mayor influencia en la evolución posterior de la pintura, ya que sus últimas obras se consideran precursoras del impresionismo.

Goya aprendió de su padre el oficio de dorador, pero, decidido a dedicarse a la pintura, se trasladó a Madrid para formarse junto a Francisco Bayeu, con cuya hermana se casó en 1775, año de su establecimiento definitivo en Madrid. Bayeu le proporcionó trabajo en la Real Fábrica de Tapices, para la que realizó sesenta y tres cartones, en su mayor parte con escenas idílicas y de la vida diaria, plasmadas con colores claros y vivos e impregnadas de alegría y romanticismo.

Simultáneamente, Goya empezó a pintar retratos y obras religiosas que le dieron un gran prestigio, hasta el punto de que en 1785 ingresó en la Academia de San Fernando y en 1789 fue nombrado pintor de corte por Carlos IV.

Goya trabajó como retratista no sólo para la familia real, sino también para la aristocracia madrileña, y de hecho entre estos retratos se encuentran algunas de sus obras más valoradas, como La condesa de Chinchón o las famosas La maja vestida y La maja desnuda; sobre estas últimas dice la leyenda popular que representan a la duquesa de Alba, quien habría mantenido con el artista una relación de tintes escandalosos. En los retratos de Goya destaca, en líneas generales, su atento estudio de las posturas y las expresiones, así como los contrastes de luces y sombras que realzan la figura del protagonista.


La maja desnuda, de Goya

Hacia 1799, el pintor concluyó una de sus grandes series de grabados, Los caprichos, ochenta y dos aguafuertes que constituyen una crítica feroz de la sociedad civil y religiosa de la época. En esta serie aparecen ya algunos personajes extraños y macabros que acabarán protagonizando obras posteriores del maestro. Por esos mismos años, Goya se ocupó de la decoración al fresco de la ermita de San Antonio de la Florida, donde realizó una obra de gran impacto escenográfico.

En 1808, la invasión de España por las tropas napoleónicas colocó al artista en una situación delicada, ya que mantuvo su puesto de pintor de corte con José Bonaparte. Pese a todo, no se privó de plasmar los horrores de la guerra en obras como El 2 de mayo y Los fusilamientos del 3 de mayo, que reflejan los dramáticos acontecimientos de aquellas fechas en Madrid. Además, en los sesenta y seis grabados de Los desastres de la guerra (1810-1814), dio testimonio de las atrocidades cometidas por los dos bandos y acentuó visualmente la crueldad de la guerra como protesta contra ella lanzada a la posteridad desde la impotencia.


Los fusilamientos del 3 de mayo

Por haber trabajado para José Bonaparte, el artista cayó en desgracia tras la restauración de Fernando VII, y en 1815 se retiró de la vida pública. En 1819 experimentó una recaída en la misteriosa enfermedad que en 1792 lo había dejado completamente sordo. Ello, unido a su nueva vida en soledad en la Quinta del Sordo, casa solariega que había comprado poco antes, debió de contribuir a la exacerbación imaginativa de que el artista dio muestras en la decoración de su nueva vivienda: catorce murales de gran tamaño con predominio de los tonos marrones, grises y negros, sobre temas macabros y terroríficos.


CONTEXTO HISTÓRICO DEL ÚLTIMO TERCIO DEL SIGLO XVIII Y PRIMER TERCIO DEL SIGLO XIX EN ESPAÑA

La vida de Francisco de Goya se sitúa entre dos siglos: la etapa teóricamente optimista de la Ilustración (S.XVIII), que concluye con el reinado de Carlos IV, y el periodo de invasiones y profundas convulsiones que sacudieron la España del S. XIX.

Durante su primera época reinaba Carlos III, monarca ilustrado que apoyó el liberalismo y trató de modernizar la sociedad española. Así, Goya se dedicó mayoritariamente a pintar escenas cotidianas de la vida del pueblo en las que se reflejaba su optimismo y retratos de ministros importantes como el Conde de Aranda, Gaspar M. De Jovellanos o el Conde de Floridablanca, entre otros.

En 1788 subió al trono Carlos IV, un monarca absolutista que tuvo que convivir con el estallido de la Revolución Francesa. Así, Carlos IV cerró las fronteras de España para que no se contagiasen las ideas francesas. Pero, desgraciadamente, Godoy firmó el tratado de Fontainebleau, que permitió la invasión francesa de la península. Así, el descontento popular supuso que se llevase a cabo una resistencia nacionalista que finalizó con la subida al trono de Fernando VII tras el motín de Aranjuez. Este, a su vez, abdicó en favor de Jose I, hermano de Napoleón. Durante esta época Goya trabajó en la Corte de Carlos IV, donde pintó numerosos retratos de la familia real.

Así pues, podemos decir que estas primeras obras pintadas en Madrid ofrecen una visión optimista de la vida. Este mundo idealizado se refleja sobre todo en los cartones para tapices que realizó entre 1774 y 1792.

A partir de 1792, Goya tras padecer su grave enfermedad empieza a reflejar en sus obras los aspectos más sórdidos y crueles de la sociedad. Esta nueva visión del mundo, ácida y crítica se manifiesta en su serie “Los caprichos”.

En 1808 estalló la llamada Guerra de la Independencia en España, lo que dio lugar a la pintura dramática de Goya, que dejó de ser descriptiva. En 1814 se produjo el desastre francés y por lo tanto la deposición de Jose I.

Tras la invasión francesa regresó al trono Fernando VII, pero el rey, que anteriormente había sido un monarca ilustrado se convierte ahora en un rey absolutista, a consecuencia de la Restauración del Antiguo Régimen en Europa. Los temas que interpreta ahora Goya en sus obras son, en su mayoría, históricos y en sus obras plasma una de las visiones más pesimistas que ha ofrecido nunca la pintura sobre la realidad humana.

DESCRIPCIÓN DE OBRAS DE GOYA

EL COLOSOSO
Se habría pintado entre 1808 y 1812, año en el que pasó a ser propiedad del hijo de Goya, Javier Goya.Posteriormente perteneció a Pedro Fernández Durán, quien legó su colección al Museo del Prado, y allí se conserva desde 1931.

Un gigante de tamaño colosal se yergue tras unos montes —que ocultan sus piernas hasta los muslos—, ocupando el centro de la imagen, rodeado de nubes y con los puños en alto. La parte inferior del cuadro (un tercio de éste) la ocupa un sombrío valle donde una multitud de gente y ganado corre en todas direcciones.

La obra ha dado lugar a diversas interpretaciones, habiendo recibido, además, otras denominaciones: El pánico o La tormenta.

FRANCISCO BAYEU
Francisco Bayeu y Subías (Zaragoza, 9 de marzo de 1734 - Madrid, 4 de agosto de 1795) fue un pintor español, miembro de una notable familia de pintores entre los que se encontraban sus hermanos Ramón y Manuel. Protegió a Goya, introduciéndolo en la corte. Goya se casó con la hermana de Francisco, Josefa Bayeu, en 1773.

CARLOS IV
Carlos IV , hombre despegado de sus responsabilidades políticas, su falta de carácter llevó a dejar los asuntos de gobierno en manos de su esposa, María Luisa de Parma. Los problemas heredados, el fracaso del reformismo ilustrado el impacto de la revolución Francesa y las consecuencias nefastas de la política exterior . Supusieron para España, la quiebra del Antiguo Régimen.

JOSE BONAPARTE
José I Bonaparte (Corte, 7 de enero de 1768 - Florencia, 28 de julio de 1844), llamado Pepe Botella o Pepe Plazuelas, abogado, diplomático y político francés, Rey de Nápoles (18061808) y, con posterioridad, Rey de España (1808 - 1813).

ESTUDIO DE LA ÉPOCA

La vida y obra de Francisco de Goya se extiende a lo largo del reinado de tres Borbones, los monarcas Carlos III (1759-1788), Carlos IV (1789-1808) y Fernando VII (1808-1833). La situación del país a comienzos del Siglo XVII, tras la Paz de Utrecht, es muy diferente de la existente a la muerte de Carlos III. En esta época, la población aumenta notablemente, pasando de 9.300.000 habitantes en 1750 a 11.500.000 de habitantes en 1797.

El siglo XVIII es llamado el siglo de las reformas. La situación europea, a la que no resultaba ajena España, tras las guerras del XVII, demandaba actuaciones que mejorasen la situación existente en la economía, la sociedad y la política. Estas acciones fueron llevadas a cabo en España por el movimiento político conocido como Ilustración española.

Los Borbones adoptan la forma de gobierno conocida generalmente como "despotismo ilustrado". Se rodean de un gabinete, normalmente formado por miembros de la nobleza baja, que llevan el peso de la burocracia estatal, como Esquilache, Floridablanca, Aranda o Godoy. De esta forma, la monarquía fortalece los secretarios de estado y despacho, excluyendo a la alta nobleza de los puestos de responsabilidad y del poder que de ellos emanaba, buscando una administración competente y completamente subordinada al poder real. Otra de la novedades introducidas es la aparición de la figura del intendente como instrumento de la monarquía en todos los campos de la actividad económica y social. La Hacienda se reforma, pasa a depender de secretarios, y se modifican los regímenes fiscales de los reinos de España, con la introducción de nuevos impuestos. En 1782 se funda el Banco de San Carlos.

En la segunda mitad del siglo XVIII se multiplican las acciones encaminadas a mejorar las condiciones comerciales y la incipiente industria. Se eliminan los puertos secos y se mejoran las comunicaciones, se abren más puertos al comercio americano... Se crean fábricas reales, y se favorece la creación de nuevas fábricas, tanto de lujo como de manufacturas. La reforma del ejército y de la marina fueron favorecidas por la construcción de numerosas factorías y maestranzas, así como astilleros. El resurgir de la flota favoreció la recuperación del comercio marítimo con las colonias americanas.

Compleja es la situación del mundo rural. Prosigue el enfrentamiento entre agtricultura y ganadería. Se necesita aumentar la producción agrícola, lo que entra en colisión con la preponderancia de la Mesa. Las tímidas reformas emprendidas pretendían realizarse sin afectar a las clases altas propietarias de grandes cantidades de terreno, lo que supuso su fracaso.

La nobleza, gran propietaria, mantiene sus privilegios jurisdiccionales., basados en el régimen de señorío. En la poblaciones de mayor tamaño existían ayuntamientos, formados por regidores bajo la autoridad de un corregidor. Carlos III introdujo la presencia del pueblo llano mediante la elección de procuradores y/o diputados del común, elegidos mediante sufragio indirecto.

La Iglesia mantiene, la jurisdicción sobre las tierras y territorios que le son propios. Las relaciones con el poder real resultaron difíciles. Momento crucial fue la expulsión de la Compañía de Jesús de España, durante el reinado de Carlos III (decreto de 20 de marzo de 1767). Por contra, no puede olvidarse que la presencia del clero en los gobiernos borbónicos es continua.

Todas estas reformas entran en crisis tras la guerra contra Napoleón. Las nuevas ideas comienzan a transformar la sociedad y la cultura, penetran en el ejército... los mecanismos políticos, sociales y económicos desarrollados en el siglo XVIII son insuficientes a comienzos del siglo XIX. A pesar de los intentos de Fernando VII, las propias reformas de sus antecesores y la influencia europea fueron los acicates para nuevos modelos, que se desarrollaron en el país, en la época liberal, a través de duros y sangrientos episodios.


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